jueves, 30 de octubre de 2014

Opium, el perfume prohibido

Desde hace muchos años mi objeto de deseo al entrar en las perfumerías ha sido Opium de YSL. Entraba, me echaba, me parecía terriblemente fuerte pero a la vez no podía dejar de olerlo. Era para mí la relación amor/odio de una droga, y no me atrevía a dar el paso hasta que, tras mucho tiempo de indecisión, es mía.


Opium (1977) es uno de esos perfumes míticos que son capaces de evocar todo un mundo de sensaciones. Y no es sólo su polémico nombre, es que nada más destaparlo podemos viajar a un mundo exótico de cosas prohibidas. Fue creada para vestir a la emperatriz de China (aunque en este país no se vende), y no es por ello de extrañar que cuando una mujer se sumerge en el universo de Opium se sienta poderosa. Su embriagador aroma reina durante horas y te envuelve  de una manera rica, dulce, voluptuosa y apasionada. Junto a un pintalabios oscuro, es el complemento perfecto para aportar calidez a una noche de invierno.






La original fue reformulada hace unos años debido a que algunos de sus componentes daban problemas alérgicos y además había que adaptarse a los gustos actuales suavizándola un poco.
En sus notas lleva casi de todo:
Salida cilantro, ciruela, cítricos, mandarina, pimienta, jazmín, clavos de olor, malagueta y bergamota.
Corazón clavel, sándalo, pachulí, canela, raíz de lirio, durazno (melocotón), lirio de los valles y rosa.
Fondo  ládano, bálsamo de Tolú, sándalo, opopónaco, almizcle, coco, vainilla, benjuí, vetiver, incienso, cedro, mirra, castóreo y ámbar.


Notas intensas y especiadas que se alejan totalmente de la tendencia actual de los perfumes "Haribo". Opium es un perfume que no deja indiferente. Es indiscutible que habrá a quien le desagrade y se sofoque al contacto con sus notas, ya que no es apto para todas las pituitarias. Sin embargo ahí está, sobreviviendo junto con otros pocos clásicos a las hordas de novedades piruleta que cada temporada llenan las estanterías para satisfacer el afán consumista de la población. En cualquier caso, es la estrella de la firma YSL y una clara inspiración para muchos perfumes de corte oriental que lo han querido imitar. Los que tuvieron el perfume original, mantienen que el actual Opium tiene mucho que envidiar a su predecesor. La verdad es que yo sólo tengo conciencia de la fórmula actual, pero considero que es un perfume fuerte, con gran personalidad y a años luz de fragancias "del montón".


Dada la intensidad del perfume, sobra apuntar que su duración es extraordinaria. Existe en formato eau de toilette y eau de parfum, y la verdad es que el perfume huele mejor que el eau de toilette. No hay por qué asustarse pensando que va a ser más fuerte. 


Y aunque la presentación del frasco es marketing, hay que señalar que está tan cuidado como el propio olor. La botella original estaba inspirada en el inro, una caja que los samurais llevaban colgada y en la que guardaban algunas plantas medicinales. Yo soy especialmente fan del formato de botella en el que la aplicación del perfume se realizaba acariciándose con el tapón, todo muy vintage.


Ya son algunas las generaciones de mujeres que se han dejado seducir por Opium. A lo largo de su historia ha tenido diferentes campañas publicitarias, algunas de ellas apadrinadas por gente como David Lynch. En este spot, música y ambiente recrean el universo de este perfume.





Los 90, otra época. Sutileza y elegancia que hacían que fuera bonito que llegase la campaña navideña para disfrutar de los anuncios de los artículos de lujo como los perfumes. Otra muestra:




Y es tan alargada la sombra de Opium, que hasta el anuncio más reciente es bonito. Eso sí, yo nunca lo he visto por la tele.





Tras años pensando si comprarlo o no, decidí que hacerse con la edición coleccionista 2013 era una buena idea. El sitio donde más barata la pude encontrar (y con diferencia) fue fapex.es, una página de momento poco conocida pero que parece funcionar muy bien. Tardé 48 horas en recibir el pedido. 






Pocos días después de recibirla, vi que este 2014 habrá una nueva edición coleccionista.


No obstante, de cara a la primavera suelen salir ediciones limitadas más light de Opium. He podido oler algunas y aparte de un diseño precioso, mantienen el espíritu de la original haciéndolas más llevaderas para el calor:

                               

                         



Y por supuesto... no confundir Opium con las creaciones esas nuevas para adolescentes que han cogido el nombre y el frasco como estrategia comercial, porque ni belle de opium ni black opium tienen absolutamente nada que ver con la original.