jueves, 26 de diciembre de 2013

Proteínas, también para vegetarianos

¡Hola! Hoy escribo para hablar de un producto que a los vegetarianos nos viene a las mil maravillas.

Efectivamente, no es fácil llevar una alimentación adecuada siendo vegetariano. Yo no como carne desde los 14 años, y aunque intento comer el menor pescado posible, está en mi dieta porque, como digo, es difícil ir de cena, de viaje o de recogida de una noche loca y pretender que el mundo se adapte a mis necesidades. Así pues, soy pescetariana.

Es cierto que con frecuencia me siento cansada, y cuando hago deporte pienso que rindo poco. No sé si achacar esto a la falta de nutrientes o a que nunca se me ha dado bien ni he disfrutado haciendo ejercicio, pero ahí está el dato. En cualquier caso, me di cuenta de que a pesar de hacer deporte, mi masa muscular es muy escasa y pensé que podía tener algo que ver con la escasa ingesta de proteínas que hago. Para una alimentación adecuada, se supone que debemos ingerir un gramo de proteína por cada kilo de nuestro propio peso, y yo, a lo sumo, llevaré más de 10 años consumiendo una media de 20gr/día.

Entonces, leyendo, descubrí un producto de BiManán. Se llama Pura Proteína, y aunque está enfocado a la pérdida de peso y mantenimiento de dietas, en realidad es un suplemento proteico que pensé que me podía venir bien. Este producto se presenta en forma de polvos que se diluyen en líquidos como zumo o leche con bastante facilidad, o también se pueden echar en purés y alimentos semilíquidos. Son proteínas derivadas de la leche, y aunque deja grumitos en la comida y así, cambia la textura, no sabe a nada y se toma con mucha facilidad. Además de proteínas va enriquecido con minerales y vitaminas. El envase contiene 400gr y lleva un cacillo dentro con el que medir las dosis. La cantidad aconsejada es de 4 cacillos al día para seguir una dieta de adelgazamiento hiperproteica o 2 cacillos para mantenimiento. Además, en el envase aparece un ejemplo de dieta hiperproteica para quien esté interesado en llevar una.




Es un producto que me ha gustado bastante, excepto por el precio. En internet se puede encontrar a más o menos 19€, y yo, confiada, lo pedí a la farmacia que hay junto a mi casa pero me costó 30€. Claro, para usarlo a modo de dieta aislada está bien, pero si lo que quiero es usarlo a diario como suplemento, lo encuentro bastante caro. Así pues, lo he buscado en stands de BiManán en parafarmacias de Marvimundo, El Corte Inglés, etc. pero no lo he visto, de modo que pensé en un plan B: iHerb.


En iHerb no se comercializa BiManán pero por supuesto hay productos similares a este del que hablo. Encontré varias marcas con productos parecidos y finalmente compré un bote de GeniSoy. En este caso, son proteínas vegetales, ya que están derivadas de la soja y por lo tanto, apto para veganos. Además, el paquete advierte de que no es soja modificada. El envase contiene 454gr y es bastante más económico, pues no llega a los 12€. También lleva un cacillo para medir la dosis. En cada cacillo caben 10gr de producto, y la dosis diaria recomendada es de 3 cacillos. Añadiendo esto a un vasito de leche, estás consumiendo no sólo 25gr de proteínas, sino también en 40% de la cantidad diaria recomendada de hierro, otro mineral que a las mujeres y a los vegetarianos nos puede dar problemas, y el 100% de vitamina E. A la hora de disolverlo, no se deshace tan bien como el de BiManán y deja más grumos, pero no tiene sabor y a mí personalmente esos grumos no me molestan.De todas formas, si hacemos un batido con algún aparato eléctrico, el polvito se integra mucho mejor. Además, se puede añadir a masas, por ejemplo, de bizcochos, para enriquecerlos.
Gastando 3 cacitos al día, que es la dosis recomendada, el paquete nos dura unos 15 días.



Así pues, cualquiera que sea la marca elegida, me parece un producto genial para los vegetarianos, especialmente los que hacemos deporte y obtenemos pocos resultados. Considero este formato de proteínas una inversión en salud y una facilidad en el mundo, a veces complicado, de ser vegetariano.

domingo, 8 de diciembre de 2013

oh my eggs!

Quizá alguna vez te hayas preguntado cómo puede saber si un huevo está en buen estado. A otros alimentos les acaban cubriendo unos pelillos mohosos que nos avisan de la podredumbre, pero el huevo, ese misterioro y hermético amigo que nos soluciona rápidamente la vida en forma de tortilla, no nos avisa de que nos puede fastidiar en forma de intoxicación.

Siguiendo al usuario de iHerb en instagram, @iherbinc, vi un tip súper sencillo en el que nos decía cómo saber en qué parte de su ciclo de vida se encuentra un huevo.





Caso 1: si introduces un huevo en un bol con abundante agua y el huevo se queda totalmente en posición horizontal en el fondo, es que es fresco.

Caso 2: el huevo se queda en el fondo, pero su base se eleva ligeramente. El huevo no es recién puesto pero está bueno y se puede consumir sin problemas. 

Caso 3: la punta del huevo permanece en contacto con el fondo del recipiente pero el resto del huevo se eleva en el agua. Eso es que el huevo ya está viejuno, así que mejor comérselo ya o habrá que tirarlo.

Caso 4: cuando un huevo flota en el agua, es que está pasado. Así que mejor no comérselo.

La razón por la que el huevo viejo flota es que, con el tiempo, va perdiendo el agua que contiene y el huevo se llena de aire. Este aire supone menor densidad y, por supuesto, la oxidación del interior del huevo.

Yo he hecho varias veces este experimento y confío en él, pero no es bueno mojar los huevos y entonces volver a guardarlos. Los meto en agua cuando no sé cómo estarán pero pretendo gastarlos en ese momento.


Después de este consejo, espero que no haya ningún susto con la salsa rosa estas fiestas.