domingo, 8 de diciembre de 2013

oh my eggs!

Quizá alguna vez te hayas preguntado cómo puede saber si un huevo está en buen estado. A otros alimentos les acaban cubriendo unos pelillos mohosos que nos avisan de la podredumbre, pero el huevo, ese misterioro y hermético amigo que nos soluciona rápidamente la vida en forma de tortilla, no nos avisa de que nos puede fastidiar en forma de intoxicación.

Siguiendo al usuario de iHerb en instagram, @iherbinc, vi un tip súper sencillo en el que nos decía cómo saber en qué parte de su ciclo de vida se encuentra un huevo.





Caso 1: si introduces un huevo en un bol con abundante agua y el huevo se queda totalmente en posición horizontal en el fondo, es que es fresco.

Caso 2: el huevo se queda en el fondo, pero su base se eleva ligeramente. El huevo no es recién puesto pero está bueno y se puede consumir sin problemas. 

Caso 3: la punta del huevo permanece en contacto con el fondo del recipiente pero el resto del huevo se eleva en el agua. Eso es que el huevo ya está viejuno, así que mejor comérselo ya o habrá que tirarlo.

Caso 4: cuando un huevo flota en el agua, es que está pasado. Así que mejor no comérselo.

La razón por la que el huevo viejo flota es que, con el tiempo, va perdiendo el agua que contiene y el huevo se llena de aire. Este aire supone menor densidad y, por supuesto, la oxidación del interior del huevo.

Yo he hecho varias veces este experimento y confío en él, pero no es bueno mojar los huevos y entonces volver a guardarlos. Los meto en agua cuando no sé cómo estarán pero pretendo gastarlos en ese momento.


Después de este consejo, espero que no haya ningún susto con la salsa rosa estas fiestas.

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