jueves, 30 de octubre de 2014

Opium, el perfume prohibido

Desde hace muchos años mi objeto de deseo al entrar en las perfumerías ha sido Opium de YSL. Entraba, me echaba, me parecía terriblemente fuerte pero a la vez no podía dejar de olerlo. Era para mí la relación amor/odio de una droga, y no me atrevía a dar el paso hasta que, tras mucho tiempo de indecisión, es mía.


Opium (1977) es uno de esos perfumes míticos que son capaces de evocar todo un mundo de sensaciones. Y no es sólo su polémico nombre, es que nada más destaparlo podemos viajar a un mundo exótico de cosas prohibidas. Fue creada para vestir a la emperatriz de China (aunque en este país no se vende), y no es por ello de extrañar que cuando una mujer se sumerge en el universo de Opium se sienta poderosa. Su embriagador aroma reina durante horas y te envuelve  de una manera rica, dulce, voluptuosa y apasionada. Junto a un pintalabios oscuro, es el complemento perfecto para aportar calidez a una noche de invierno.






La original fue reformulada hace unos años debido a que algunos de sus componentes daban problemas alérgicos y además había que adaptarse a los gustos actuales suavizándola un poco.
En sus notas lleva casi de todo:
Salida cilantro, ciruela, cítricos, mandarina, pimienta, jazmín, clavos de olor, malagueta y bergamota.
Corazón clavel, sándalo, pachulí, canela, raíz de lirio, durazno (melocotón), lirio de los valles y rosa.
Fondo  ládano, bálsamo de Tolú, sándalo, opopónaco, almizcle, coco, vainilla, benjuí, vetiver, incienso, cedro, mirra, castóreo y ámbar.


Notas intensas y especiadas que se alejan totalmente de la tendencia actual de los perfumes "Haribo". Opium es un perfume que no deja indiferente. Es indiscutible que habrá a quien le desagrade y se sofoque al contacto con sus notas, ya que no es apto para todas las pituitarias. Sin embargo ahí está, sobreviviendo junto con otros pocos clásicos a las hordas de novedades piruleta que cada temporada llenan las estanterías para satisfacer el afán consumista de la población. En cualquier caso, es la estrella de la firma YSL y una clara inspiración para muchos perfumes de corte oriental que lo han querido imitar. Los que tuvieron el perfume original, mantienen que el actual Opium tiene mucho que envidiar a su predecesor. La verdad es que yo sólo tengo conciencia de la fórmula actual, pero considero que es un perfume fuerte, con gran personalidad y a años luz de fragancias "del montón".


Dada la intensidad del perfume, sobra apuntar que su duración es extraordinaria. Existe en formato eau de toilette y eau de parfum, y la verdad es que el perfume huele mejor que el eau de toilette. No hay por qué asustarse pensando que va a ser más fuerte. 


Y aunque la presentación del frasco es marketing, hay que señalar que está tan cuidado como el propio olor. La botella original estaba inspirada en el inro, una caja que los samurais llevaban colgada y en la que guardaban algunas plantas medicinales. Yo soy especialmente fan del formato de botella en el que la aplicación del perfume se realizaba acariciándose con el tapón, todo muy vintage.


Ya son algunas las generaciones de mujeres que se han dejado seducir por Opium. A lo largo de su historia ha tenido diferentes campañas publicitarias, algunas de ellas apadrinadas por gente como David Lynch. En este spot, música y ambiente recrean el universo de este perfume.





Los 90, otra época. Sutileza y elegancia que hacían que fuera bonito que llegase la campaña navideña para disfrutar de los anuncios de los artículos de lujo como los perfumes. Otra muestra:




Y es tan alargada la sombra de Opium, que hasta el anuncio más reciente es bonito. Eso sí, yo nunca lo he visto por la tele.





Tras años pensando si comprarlo o no, decidí que hacerse con la edición coleccionista 2013 era una buena idea. El sitio donde más barata la pude encontrar (y con diferencia) fue fapex.es, una página de momento poco conocida pero que parece funcionar muy bien. Tardé 48 horas en recibir el pedido. 






Pocos días después de recibirla, vi que este 2014 habrá una nueva edición coleccionista.


No obstante, de cara a la primavera suelen salir ediciones limitadas más light de Opium. He podido oler algunas y aparte de un diseño precioso, mantienen el espíritu de la original haciéndolas más llevaderas para el calor:

                               

                         



Y por supuesto... no confundir Opium con las creaciones esas nuevas para adolescentes que han cogido el nombre y el frasco como estrategia comercial, porque ni belle de opium ni black opium tienen absolutamente nada que ver con la original.



domingo, 14 de septiembre de 2014

Diez días en la Ring Road

Este verano ha sido el turno de visitar Islandia. Soy fan de los países nórdicos desde niña, y éste ha sido el primero al que voy, ya que no me llevo bien ni con el mal tiempo ni con los precios tan caros que las señoras koronas imponen. No obstante, alguna vez tenía que ser, y he vuelto con la impresión de que ningún otro país podrá hacerle sombra a la belleza natural que he encontrado en Islandia.
El presupuesto ha sido sobre unos 1.500€, pernoctando en guesthouses y hoteles, aunque viendo que los camping se encontraban en los lugares más privilegiados, tampoco es una mala idea. Llevamos bastante comida deshidratada, frutos secos y snacks de España, y con eso y un par de compras de pan de molde en Bonus, nos solucionamos más de la mitad de cenas y comidas.
Hicimos la vuelta al país en el sentido opuesto a las agujas del reloj pensando que como el sur es más cansado, tendríamos más fuerzas para este tramo y el final sería más relajado. Llevamos un coche muy pequeñito en cuyo maletero apenas cabía mi maleta (Suzuki Splash gasolina. Algo más de 400€ por diez días), y esto determinó en parte la ruta, ya que con este coche no se puede circular pos las carreteras F y el sentido común te dice que no te metas en las de grava a menos que sea absolutamente necesario. De todas formas en diez días da tiempo a dar la vuelta básica al país. Dejarse las tierras altas es la excusa perfecta para volver en otra ocasión.

En el viaje tuvimos la emoción añadida del Bardarbunga, y es que justo después de embarcar en el aeropuerto de Barcelona, leí en la web de Islandia 24 que un volcán había empezado a dar signos de actividad. La noticia no deja indiferente teniendo en cuenta la que lió el del 2010 en el espacio aéreo.



Día 1


 Llegada al aeropuerto de Keflavik a unas horas intempestivas de la madrugada. Allí nos esperaba un trabajador de Faircar, la compañía donde alquilamos el coche, un frío inesperado, la niebla y un fuerte olor a mar. Nos dirigimos al airport inn para dormir. Se trataba de un lugar de paso pensado para los que llegamos a esas horas, ya que aunque no hay recepción, se accede con un código que te facilitan por email. Ya por la mañana, nos pusimos en marcha hacia Reykjavik. El trayecto es paisaje propio islandés, pues se trata de un gran campo de lava con algunos pequeños pueblos pesqueros. La entrada a Reykjavik es una zona bastante gris, con carreteras de varios carriles y algo de tráfico. Dejamos el equipaje en nuestra primera guesthouse algo alejada del centro y nos dirigimos a la ciudad. Aparacar en el centro funciona con parquímetros y el precio va por zonas, pero adentrándose un poco por las calles que rodean Tjörn, el lago, se puede aparcar cerca y gratis. 

El lugar más emblemático es la iglesia Hallgrímskirkja, bastante diferente a lo que estamos acostumbrados. No sólo por fuera, sino que su interior es sumamente austero y frío. Se puede ascender a la torre por 700kr y a diferencia de las catedrales habituales, ¡esta tiene ascensor!. El resto del centro histórico se puede resumir en dos calles y la zona del puerto. Un lugar interesante para descansar es el Harpa, donde nosotros aprovechamos para descansar y resguardarnos del frío. En la planta baja hay una cafetería y tiendas. Más arriba hay sofás con vistas a la ciudad a disposición de los visitantes. Este primer día sirve para ir tomando contacto con el país y empezar a comprobar la paz y la amabilidad de los islandeses. Un punto a su favor es que había gente recogiendo firmas por la calle en contra de la caza de ballenas. Tal y como me explicó el chico, es una incongruencia que te vendan una excursión para ver ballenas y luego las sirvan muertas en algunos restaurantes. De hecho, son muy pocos los islandeses que comen ballena de forma habitual y las tienen más como un reclamo turístico. Existe un lema "meet us, don't eat us" para fomentar las excursiones de avistamiento y desarrollar sensibilidad hacia ellas. Los restaurantes que tienen este sello en la puerta NO venden carne de ballena. Aunque a decir verdad, yo no vi ballena en el menú de ningún sitio al que entré.


                                             

 Hallgrímskirkja


 
En este restaurante no se sirve ballena


 Reykjavik, una ciudad "moderntage"





Día 2


 Comienza la ruta en sí. Este día era el turno para el famoso círculo dorado, que incluye Thingvellir, Geysir y Gullfoss. En cuanto se abandona la zona de Reykjavik comienzan a aparecer las ovejas y los caballos en un paisaje más verde y bucólico de lo que esperaba. Thingvellir es un Parque Nacional que comprende un valle en el que se puede observar la unión de las placas norteamericana y euroasiática. Supone un interesante paseo y el primer contacto con lagos (Tingvallavatn) y cascadas (Oxarafoss). 





Tras patearnos el parque, nos dirigimos a Geysir. Una pena que precisamente el géiser que da nombre a todos esté atrancado por culpa de unos turistas. En cualquier caso, el géiser Stokkur no defrauda y emerge cada 7 minutos aproximadamente. Lo cierto es que observar cómo el agua va adquiriendo la temperatura es hipnótico y tuvimos la suerte de ver una erupción triple que a todos nos sorprendió. 





Proceso de erupción del géiser.



Además del famoso géiser, el lugar es especial porque es un campo rojizo y humeante donde corren pequeñas corrientes de agua a altas temperaturas. Es muy fácil de identificar porque está al borde de la carretera. En la entrada hay un cartel en el que advierte del peligro de tocar el agua, ya que está realmente caliente, y recuerda a los turistas que el hospital más cercano se encuentra a 62km. Para que nos vayamos haciendo una idea de que la soledad es la indiscutible reina allí. Al otro lado de la carretera hay una cantina donde comer un sandwich y tomar café.


La siguiente parada fue para Gullfoss. Por suerte para nosotros, era un día soleado, que es cuando se aprecia mejor su belleza, ya que hay un arcoiris que hace de puerta de entrada. Esta catarata tiene una historia muy bonita, ya que si hoy en día podemos enamorarnos de ella es gracias a que Sigridur, la hija del antiguo dueño de la catarata, recorrió largas caminatas por Islandia e incluso amenazó con tirarse al abismo de la cascada si la convertían en una central eléctrica. A esta catarata se la puede fotografiar desde muchas perspectivas pues hay un sendero bastante largo desde el cual se puede observar esta maravilla de la naturaleza desde varios puntos.





  


¿He dicho ya que ver estos tres emblemas de Islandia y Europa es gratis? :)



Después de este día de emociones hicimos noche en un guesthouse de Reykholt y cenamos una pizza de mermelada y chili (suena raro pero estaba buena) en, probablemente, el único sitio que daban de cenar en el pueblo.


Día 3




 Este país ya estaba empezando a cautivarme y fue entonces cuando por fin sonó hoppípolla en el coche, en medio del campo, con ese sol brillante... Inolvidable! Este día seguimos de camino al Sur para dirigirnos en ferry a la isla de Vestmannaeyjaflugvöllur. Fue una pena no poder llevar el coche para habernos recorrido la isla, pero no había sitio. Lo suyo es reservar previamente. La otra opción era una excursión en barca alrededor de la isla para poder ver frailecillos, pero nos pusimos a hacer senderismo por los volcanes de reciente erupción (años 70). y echamos practicamente el día. Fue así como mi objetivo 18-55 tuvo su accidente y la fotografía quedó condicionada el resto del viaje. 











Ya de vuelta continuando por la N1 vimos la mágica Seljalandsfoss, una de las cascadas imprescindibles de Islandia, ya que puede ser atravesada por detrás y es toda una experiencia. Se encuentra coronando un campo que entonces estaba bañado por la luz dorada del atardecer, a los pies de la cascada había un arcoiris que practicamente se podía tocar. Sin duda, uno de los momentos más especiales del viaje.     

                  






Mas adelante, más cataratas, esta vez Skogafoss. Incrustada en rocas negras, aquí también es habitual un arcoiris pero ya se había puesto el sol. Subimos los más de 400 escalones que ascienden al lado de la catarata para poder ver el río y seguimos la ruta. 




No pudimos ver el viejo avión que hay frente a las costas de Vik porque los caminos de acceso eran bastante malos para el coche que llevábamos y además se iba haciendo oscuro. Llegamos al hotel Hofdabrekka (por fin con un baño privado) practicamente de noche y nos dimos un baño calentito en su jacuzzi mientras terminaba de oscurecer. ¡Nos lo merecíamos!


Día 4


 Después de asomarnos por las playas de Vik y con un tiempo de primavera, hicimos un trayecto que no deja indiferente a nadie, pues atravesamos el paisaje consecuencia del volcán Laki, que tiene una historia de lo más violenta. Con la erupción de ocho meses del siglo XVIII se produjo una nube que no sólo mató a gran parte de la población y ganado islandés, sino que afectó a las cosechas europeas llegando sus efectos hasta Japón. Fue además en este trayecto cuando empezamos a ver desde la carretera las lenguas del glaciar Vatnajokull, incrustadas entre las negras montañas. Absolutamente impresionante. 









La gran parada de la jornada la hicimos en el Parque de Skaftafell para ver la famosa cascada de Svartifoss. Esa cascada se encuentra a un kilómetro y medio del centro de visitantes, pero fuimos en pleno mediodía y a mí el camino se me hizo un poco "cuesta arriba". El sendero por el que se llega a esta misteriosa cascada está bastante resguardado del viento, por lo que es mejor ir ligero de ropa ya que el camino se hace pesado. Sin embargo, esta cascada también es un must-see y merece la pena el esfuerzo.






Continuando por la N1, más lenguas de glaciar y mi punto preferido de Islandia: el lago Jokulsárlón, donde fragmentos de hielo desprendidos del glaciar se dirigen hacia el mar recreando diferentes esculturas y proyectando los rayos del sol como cristales de Swarovsky. Aquí pudimos ver algunas focas y es, como muchos otros lugares de la isla, un pequeño universo para las aves.




Si la paz tuviera una imagen, sería este lago. No me quería ir de allí, pero iba oscureciendo y teníamos que llegar a Hofn antes de que cerraran los bares para comernos un bodadillo de langosta. Las vistas de nuestro hotel, el Glacier, con vistas a cuatro lenguas de glaciar, eran impresionantes.








Día 5


 El día central fue el más tranquilo de la ruta. La parte sur se puede dar por concluída y a continuación viene mucho coche por delante y algo más de soledad en el camino y en los lugares por visitar. El sol deslumbrante de los días anteriores dejó paso a algo de nubosidad, pero aún hacía muy buen tiempo. Tras abandonar Hofn, era el turno de concocer el este del país, configurado por fiordos. Más cascadas, más lagos, más mesitas para hacer picnic al borde de la carretera con vistas espectaculares, y el océano, que en todo momento acompaña a la derecha. 








Hicimos parada para comer en Strödvarfjördur y así visitar la casa-museo de Petra. Aquí encontramos una gran colección de minerales (y otros objetos). La casa es bastante peculiar y puesto que es un lugar de paso, merece la pena parar para verla. Este día fue un tanto raro pues mientras comíamos, unos islandeses que había en el bar nos dijeron que el Bardarbunga finalmente había entrado en erupción. En ese momento tuve sentimientos encontrados tipo: ¡qué bien, mis vacaciones se alargan! - ¡oh no! Más tiempo aquí nos sadrá muy caro y la ocupación hotelera es total, ahora, ¿qué?... Dios proveerá.
Seguimos por la N1, de manera que no visitamos los fiordos del noroeste, pero realmente lleva mucho tiempo recorrerlos y lo que más me llamaba la atención de la zona, los frailecillos, para final de agosto no estarían, así que nos dirigimos a nuestro hotel de ese día. Estaba bastantes kilómetros pasado Egilsstadir, y eran cottages en el más absoluto campo, al pie de una montaña con las cumbres nevadas. Pasamos la tarde allí tranquilamente pues los cuerpos ya nos pedían un descanso a gritos. Por su parte, Internet no decía demasiado sobre la erupción del Bargarbunda, al parecer no había sido para tanto.


Día 6


 Este día estuvo marcado por la improvisación. Tocaba dirigirse a Dettifoss pero la carretera 864 era muy mala para nuestro coche, de manera que seguimos adelante buscando la 862. Entonces vimos esto:









Debido a la posible erupción del Bargarbunda, el acceso a Dettifoss, la catarata más caudalosa de Europa y Sellfoss estaba cerrado por peligro de riadas. De hecho, se teme que si finalmente entra en erupción, el agua procedente del glaciar cambie drásticamente el paisaje. A pesar del disgusto, durante el trayecto habíamos podido disfrutar de un paisaje de otro mundo, fue como volver a los orígenes de la creación de la Tierra. La región del noreste según es atravesada por la carretera de circunvalación, es un área oscura, de tierra negra, escasa vegetación y relieve suave. Estoy segura de que si un ovni nos visitase, elegiría ese lugar para aterrizar. 







Ya que no podíamos acceder a Dettifoss, continuamos el trayecto y llegamos a la zona de Hverarönd y Krafla. La primera era un lugar de tierra rojiza con un pestazo a huevo que tiraba para atrás. Si bien es un lugar bastante fotogénico, el vendaval, la lluvia y aquel olor no invitaban a quedarse demasiado tiempo. 





En Krafla nos acercamos al lago Viti y aunque habría estado bien inspeccionar mejor la zona, el barro nos habría llegado hasta las orejas. Así pues, continuamos por la N1 con la intención de llegar a Husavik y avistar ballenas ese día. Por suerte, la lluvia paró, así que comimos en el Naustid y a continuación realizamos la excursión para ver las ballenas. Contratamos la más económica, que a diferencia de la otra, dura media hora más porque vamos en un barco más lento y cubre menos espacio. La ventaja es que, aparte de costar la mitad, es una experiencia como más auténtica y marinera, y además puedes moverte por el barco con total libertad (nunca sabes de dónde puede salir la ballena), mientras que los de la embarcación más rápida tienen que estar en todo momento atados con el cinturón a su asiento. La verdad es que observar a los gigantes marinos y algunos delfines en su hábitat, saliendo a respirar, en aquella bahía tan tranquila y rodeada por montañas con cumbres nevadas fue una vivencia maravillosa. 





Hicimos esa y la siguiente noche en Akureyri, debido a que en el norte no hay demasiado alojamiento y nosotros reservamos un poco tarde. 




Día 7


 Dedicamos la mañana a ver una de las cascadas más bellas de Islandia: Godafoss







A diferencia de otras, destacan sus aguas de color azul intenso. Esta catarata también permite ser fotografiada desde muchas perspectivas ya que el sendero la rodea y se acerca bastante a ella. Para comer hicimos picnic frente a la catarata, ya que esas vistas no se pueden disfrutar todos los días y después retrocedimos al lago Myvatn. Allí rodeamos el lago en coche y subimos al volcán Hverfjall. El problema es que el viento arriba era tan fuerte que no me atreví a dar la vuelta a la caldera.

Después del esfuerzo, y para reponerse, qué mejor que darse un bañito caliente en el Blue Lagoon del norte, los baños de Myvatn (3.500kr). Probablemente debido al fuerte viento no había mosquitos, aunque al mismo tiempo este viento hizo que el baño no fuese todo lo agradable que podría haber sido. Durante el baño escuchamos que habían abierto el acceso a Dettifoss, y por no hacer todo el trayecto otra vez al día siguiente, decidimos dejarnos el baño para ir a la catarata. Error. El camión-cerrojo seguía allí.



Día 8


 Por la mañana estuvimos paseando por Akureyri, la capital del norte. Diría que las viviendas son más estéticas que en Reykjavik, hay las mismas tiendas y poquito más. Nos llamó la atención que en esa ciudad cuando los semáforos estaban en rojo tenían forma de corazón. Normal que los islandeses vivan más felices y menos estresados. 




Continuamos nuestro camino por la N1 ya que adentrarse en los fiordos del noroeste requería mucho tiempo y kilómetros. Otra razón para volver. La Ring Road en esta zona discurre por valles glaciares. Aprovechamos que el día era básicamente de carretera para hacer fotos a ovejas y caballos. La verdad es que los caballos islandeses son súper sociales y posan gustosamente con y para el viajero.





 Llegamos al guesthouse de Hvammstangi, lugar famoso para ver focas, pero ya era tarde para eso, así que nos tomamos la tarde con tranquilidad.


Día 9


 Ya olía demasiado a retorno. Fuimos a Reykjavik por el camino largo, es decir, adentrándonos en la península de Snaefells, tierra misteriosa de donde proceden historias de trolls. Se ven cosas bonitas pero a pesar de ser una distancia no muy larga, supone muchísimo tiempo en coche y se hace pesado. Comimos en un pequeño e idílico restaurante en un acantilado y visitamos una playa negra con formaciones volcánicas muy llamativas. Aunque en la zona hay un glaciar, no llegamos a ver nada de él porque en agosto en esa zona no queda demasiada nieve, a no ser, claro, que te decidas a ascender por las carreteras de grava.





Tras la visita, tres horas de camino hacia uno de los platos obligados de Islandia: el Blue Lagoon. La verdad es que es un postre perfecto para concluir el viaje. Con la tristeza que tenía porque el viaje ya se acababa, la experiencia fue lo único capaz de animarme. La entrada más básica cuesta 40€ y los volvería a dar sin pensármelo. La verdad es que no había demasiada gente y hacía una temperatura muy buena. De hecho, ni siquiera tuve valor para adentrarme en la parte más caliente del lago. A diferencia de Myvatn, esto es más puramente un Spa, con sus chorros, sus baños de vapor, sus mascarillas de algas. Nos tomamos nuestra primera cerveza de Islandia, una Gull, mientras estábamos a remojo. Irónicamente era más barato que muchos bares. Nos fuimos de allí porque nos echaban, ya que de buena gana me habría quedado a pasar la noche. Un bañito relajante para compensar los esfuerzos senderistas de los días anterires. Colofón ideal. El problema con el Blue Lagoon es lo dañino que es para el pelo. Yo quería llevarme mi gorro de baño pero con el entusiasmo se me olvidó... intenté no mojarme el pelo demasiado pero es casi inevitable. Recuperarlo me costó una semana de uso intensivo de todo mi arsenal!








Por la noche dimos una pequeña vuelta por Reykjavik pero vimos que los bares eran tan caros que no entramos en ninguno.


Día 10


 Nuestras últimas horas en tierras islandesas. Para entonces el amor por ese país ya se había instalado en lo más profundo de nuestro corazón. Un país en el que cada instante que vives desde la carretera es digno de fotografiar, un país en el que el agua es pureza y gratis en cualquier bar, en el que los animales viven libres, hay café  en los bancos, en los supermercados suenan The National, Radiohead y Led Zeppelin. Si cenas en un fish & chips, escucharás a Leonard Cohen. La gente habla bajito, es amable y respetan tu espacio vital. 
Estas últimas horas las dedicamos al shopping y, tras mucho meditarlo, decidí comprarme un lopapeysa, el jersey típico. El precio medio es de 17.000kr, pero es una forma de llevarte una ovejita a casa!




Pasamos el día encomendándonos a San Bardarbunga para no tener que volver a España, al menos no tan pronto. Finalmente, no hubo suerte. En el aeropuerto reinaba la tristeza, y la sensación de que necesitábamos más Islandia. El tiempo allí voló, como lo hacen las cientos de aves que pueblan sus acantilados.


BSO del viaje:
- Sigur Ros
- Björk
- Neuman
- The National
- Radiohead
- David Gilmour
- Tame impala
- Spiritualized
- Joe Henry

lunes, 4 de agosto de 2014

Reparación facial después del sol

De todos los inventos cosméticos de los últimos tiempos, hay uno que me ha llamado la atención para bien. Hablo de la reparación específica para la cara después de la exposición solar, y es que lo que tienen los veranos en el sur es que  es prácticamente imposible huir del sol. Había visto que marcas como Sesderma y Sisley habían lanzado este verano productos dirigidos a paliar el impacto solar, pero sinceramente no tenía ganas de gastar tanto dinero. Sin embargo, qué grata sorpresa cuando descubrí que Bella Aurora, por unos 14€, también tiene su reparador cutáneo para el rostro. Teniendo en cuenta el prestigio y la antigüedad de la marca en el tratamiento de las manchas de la piel, me decidí a probar.



Aunque es fundamental proteger la piel con un factor de protección alto antes de que nos dé el sol, también necesitamos cuidados post-solares. Los after sun corporales llevan ya años en el mercado y ayudan a la regeneración cutánea corporal, pero ¿y qué pasa con la delicada piel de la cara y escote? Aquí tenemos la respuesta: El sun repair es un fluido ligerísimo que promete actuar a diferentes niveles ara reparar los daños producidos por el sol. Porque después de un día de playa, no solo necesitamos hidratar, sino darle a la piel una ayuda extra para combatir la pérdida de colágeno y radicales libres. Como su nombre indica, la función más importante y beneficiosa es la acción anti-manchas, que aparecen debido a la memoria de la piel y que envejecen muchísimo, dando un aspecto opaco y poco saludable. Además, favorece el reparto igualitario de la melanina unificando el bronceado y evitando la hiperpigmentación (manchas). Asimismo, repara y regenera el ADN y las células a la vez que hidrata y calma la piel.

Hay que decir que no es un after sun para cuando volvemos de la playa, sino que tenemos que usarla como nuestra cremita de temporada. El sol no está en el cielo sólo cuando nos tumbamos a la bartola, sino que desde mayo hasta septiembre se dedica a hacer de las suyas, y este tratamiento debe ser utilizado a lo largo de esa temporada por la mañana y por la noche para reparar el daño diario. Además, indica que se debe prolongar su uso hasta 30 días después de la exposición solar. 


Entre sus ingredientes encontramos glicerina, pantenol, lúpulo, extracto de chumbera y extracto de cúrcuma. Aunque tiene algunas siliconas, no contiene parafinum liquidum y está indicado para todos los tipos de pieles, incluso para la mía que cuando algo no le gusta se rebela en forma de granos.


Precisamente por su textura y olor fresco y ligero, se convierte en un producto genial para estos meses de calor en los que nos sobra hasta la propia piel. Por sí mismo hidrata bastante bien, pero también se puede complementar con los tratamientos habituales. Yo por la mañana lo combino con el sérum de día de Mary Kay que tiene un SPF 30 y por la noche con el sérum Advanced Night Repair de Estee Lauder, que entre otras funciones también ayuda a reparar del sol. La verdad es que lo he empezado a usar cuando ya llevamos la mitad de verano, pero ya pasará a ser un must en los próximos años.


Contiene 50 ml y viene en un formato muy práctico tipo pump, por lo que es higiénico y cómodo, sobre todo si lo tienes que transportar en una maleta. 

Dicho esto, a seguir disfrutando de lo que queda de mes estival sin olvidar los principios básicos de la prevención: SPF 50 o más, echar por la sombra, una pamela bonita, mucha agua y sandía y ganas de estar tan estupendas como ahora durante muchos más veranos...

Los mandamientos contra el sol:

1. Amarás a tu piel sobre todas las cosas.

2. No tomarás el sol en vano.

3. Santificarás la hora de protegerte.

4. Conocerás el carcinoma y el melanoma.

5. Usarás protector solar facotr 20 o superior.

6. No dejarás de beber agua.

7. Evitarás las quemaduras.

8. No te fiarás de los días nublados ni de la sombra.

9. No olvidarás que el sol no solo está en la playa.

10. No codiciarás el bronceado ajeno.


fuente: www.los10mandamientoscontraelsol.net76.net

viernes, 1 de agosto de 2014

Pies de seda

Para completar la experiencia sensorial que es utilizar el exfoliante corporal de Giovanni, hoy quiero hablar de otro producto fresquito que hará las noches de verano más llevaderas. Se trata del set de pedicura Lemon Parfait de Mary Kay, un kit de edición limitada compuesto por unas pastillas efervescentes para pies, un exfoliante, un gel hidratante, una lima y dos separadores que van en una bolsa muy cuca, todo inspirado en los dulces de la confitería francesa. Los principios activos que encontramos en este tratamiento son sal marina, aceite de hierbabuena, extracto de hoja de romero y aceite de árbol de té. Además, tiene un aroma energizante e intenso en el que predominan los cítricos y las mentas, que en pocos momentos inundarán tu baño.





Como es habitual en esta marca, tenemos que hablar de un tratamiento por pasos:

Primer paso: Refrescar. Consiste en poner los pies en agua templada con 2-3 pastillas  efervescentes para conseguir un ligero efecto masaje. Teniendo en cuenta que sólo lleva 10 pastillas, este paso se puede hacer en pocas ocasiones. Las instrucciones del producto advierten de posible peligro por asfixia, probablemente por si alguien, esperando el masaje de su vida, echase 20 pastillas al agua. La verdad es que el efecto burbujeante es muy leve así que el concepto masaje lo podemos obviar, pero este paso sirve para ir suavizando y blandeando las zonas más conflictivas como durezas y uñas. Recomendación: cogerse un libro o revista para los 10 minutos de baño de pies.


Segundo paso: Exfoliar. Me encanta este exfoliante porque huele muy fresco y deja los pies increíblemente suaves. Para mí uno de sus puntos fuertes es sin duda que los gránulos que contiene son finitos, ya que he probado otros más económicos pero tenían auténticos pedrolos que no hacían agradable la tarea de exfoliarse los pies. Entre las partículas hay pumita y extracto de polvo de nuez, que funcionan como exfoliantes naturales. 


Tercer paso: Suavizar. El otro producto estrella del set. Lo que más me gusta de esta hidratante de pies es su textura en gel que se absorbe de inmediato. Todos sabemos que aunque nos echemos la crema en los pies justo antes de dormir, a veces hay que levantarse y no puedes porque el pote sigue ahí, sin embargo esta crema se absorbe en segundos. Refresca bastante los pies, y lo encuentro ideal para después de una sesión de running o un día de turismo-destroza-pies-en-sandalias-romanas. Después de este paso tus pies son otros, muchísimo más suaves, aterciopelados. Esto sería el equivalente al tratamiento de manos de la misma marca. En ambos casos, sorprende ver lo bien que pueden llegar a estar tus pies y manos sin que lo sospecharas!.


Por último, contiene una lima y unos separadores de dedos para pintarse las uñas. La lima es una cucada aunque un poco endeble, y los separadores una anécdota para quien suela usarlos. Yo personalmente habría cambiado esto por un esmalte de color coral y así amortizar un poquito el precio de todo el set, 38€. En cualquier caso, y aunque tiene caducidad de 12 meses, preveo que me durará dos o tres veranos perfectamente, por lo que el tema del cuidado de pies lo tengo resuelto por un tiempo.


Este set es uno de esos productos que te permiten llevarte un poquito del SPA a casa haciendo que la experiencia dure. Merece la pena dedicarse unos minutos un par de veces a la semana para cuidarse y los pies y que se vean bonitos, especialmente en verano. Aparte de lo que se ve, es fundamental disfrutar cuidándose y convertir esos quince minutos en algo privado y personal que te renueve por dentro y por fuera. Quien no esté dispuesto a invertir ese tiempo, estaría colgando la bolsa en algún rincón y verdaderamente tiraría el dinero.

El producto se puede conseguir mediante las consultoras de la marca, aunque al ser edición limitada ya es un poquito difícil de encontrar.

domingo, 20 de julio de 2014

Fracas, una esencia que perdura

El perfume que presento hoy fue algo así como la magdalena de Proust. Nada más olerlo, una lágrima cayó por mi cara. Y es que en un instante volví al lado más amable de mi infancia. Apretar el pulverizador fue como abrir el baúl de los recuerdos y reencontrarme con mis juguetes y mi niñez. Asocio esta fragancia a al olor que emanaban las "cartas de olor", aquellas preciosas hojas con sus sobres a juego que recreaban escenas románticas y que tanto nos hacían soñar a las niñas de los 80 y 90. Si esto no es encanto, no sé qué otra cosa puede serlo.


fracas


Hablar de Fracas de Robert Piguet, es hablar del nardo (también conocido como tuberosa). Esta flor originaria de la India, posee unas propiedades olfativas particularmente intensas que la convierten en objeto de deseo para la industria de la perfumería. Existe cierto recelo hacia el nardo por parte de algunos perfumistas dada su naturaleza salvaje, casi indomable; y pocos se han atrevido a crear un perfume "soliflor" que gire en torno al olor narcótico de sus mágicos pétalos.



fracas perfume



Cuando pensamos en un perfume clásico-clásico, a menudo nos vienen ideas preconcebidas de olores pesados, oscuros y profundos; pero no es así para nada, y Fracas de hecho, es uno de los más alegres que mi pituitaria ha detectado jamás. Si bien es intenso y extremadamente envolvente, aquí no hay drama sino una feliz y exuberante combinación de flores blancas como la gardenia, el jazmín, el lirio y el iris que bailotean alrededor de la Musa: el nardo, otra vez. Es esa concentración floral la que me hace asociar inevitablemente este perfume con la primavera, y hablo de una primavera verde, húmeda y frondosa, llena de romanticismo, hecha de acuarela. No es apta para aquellos que se deleitan con colonias "frescas-nenuco", puesto que estamos hablando de un concepto de perfume francés denso, profundo y persistente. Estamos hablando de historia de la perfumería, de esencias vintage y excéntricas. Así pues, un perfume pensado para mujeres cautivadoras y rebosantes de feminidad.


stroll through the garden
  Stroll through the garden, Hamilton Hamilton
  


Fracas es, desde la fecha de su salida en 1948, el Nardo más atrevido, puro y brillantes de cuantos perfumes han sido creados a posteriori dentro de su contexto. Fracas presume de ser un símbolo como lo es Chanel N5, pero por motivos distintos. Se conoce que era "el segundo" de Marilyn, pero la razón de su éxito está licuada dentro del frasco, no impresa en grandes plataformas publicitarias. Otras celebrities se han dejado seducir por el encanto de Fracas, entre ellas Madonna y Kim Basinger. El perfume ganó el Fifi Award Hall of Fame en 2006. Su creador, Robert Piguet (junto con la nariz Germaine Cellier) fue maestro, entre otros, de Dior, el cual dijo: "Junto a él (Piguet) aprendí las virtudes de la sencillez, a través de la cual debe llegar la verdadera elegancia".


robert piguet


Esta obra maestra de la perfumería no es accesible ni en gusto ni en bolsillo para cualquiera. Es cara, pero teniendo en cuenta la duración y la potencia (con una pulsación ya es suficiente), su precio queda justificado. La web fapex.es es quizá uno de los sitios donde más barata se puede encontrar. Para terminar, felicitar a aquellas mujeres que conocen y aman este perfume y recomendar darse el lujo de conocerlo a las que no han tenido la oportunidad. No se encuentra en las perfumerías habituales, pero si un día se pone en vuestro camino, abrid vuestra nariz y vuestro corazón al nardo. Así, cuando digo que es una esencia que perdura, no sólo hablo de la piel, sino de la memoria.