Soy un gato

...Este blog debe su título a mi pasión por los mininos. Me gusta cualquier cosa que esté relacionada con gatos, desde usuarios-gato en las redes sociales (mi preferido es Hamilton, oh! qué cosita!) hasta las carcasas de móvil con motivos gatunos.

Con motivo del pasado día del libro mi chico me regaló un libro que no conocía: Soy un gato (Wagahai wa neko de aru) de Natsume Soseki. Acabo de terminar de leerlo, y aún con la emoción de las últimas páginas, quería escribir una breve reseña sobre él.

"Soy un gato" cuenta la historia de un gato sin nombre. Considerada una obra maestra de la literatura japonesa, este gato es el narrador de la novela, en la que el minino se encuentra en una situación de superioridad moral sobre los humanos que lo rodean. Así, la historia no se centra tanto en las vivencias del gato en sí mismo, ya que es un gato casero que no sufre demasiadas desventuras, sino en la crítica y el análisis que hace de los personajes insulsos que entran y salen de la casa del maestro Kushami (su dueño). Durante el relato conocemos a su familia, formada por el típico matrimonio y tres hijas. Marido y mujer discuten continuamente y en casa el amor brilla por su ausencia. Por su parte, los amigos del maestro representan varios estereotipos de "loser" que pueden recordarnos con facilidad a alguien de nuestro entorno. Las relaciones que se establecen entre estos personajes son hipócritas y crueles, llenas de pretensiones por aparentar. No es un libro vertiginoso en el que sucedan cosas capítulo tras capítulo. No es ni más ni menos que la tediosa realidad y las miserias humanas vistas por los ojos felinos. Sin embargo, no es un libro dramático, sino que la narrativa es satírica y cómica, y por qué no decirlo, hay algunos personajes entrañables. A pesar de ello, la comparación entre especies se hace inevitable, y constantemente el lector debe preguntarse si realmente los humanos estamos tan altos en la cadena evolutiva como muchos piensan.  Sin intención de spoilear el contenido del libro, me ha llamado la atención la imagen que los personajes tienen acerca de la política, los políticos y la autoridad, verdaderamente similar a la que podemos tener hoy día a pesar de que el libro fue escrito por un japonés en 1905.  Se deduce pues, que es una obra intemporal, donde los temas que se tratan tuvieron vigencia en su momento, en el presente y en el futuro. Además, y precisamente por ser japonés, la historia está llena de referencias culturales niponas: personajes históricos, artistas, haikus, costumbres... y también occidentales, así que a quien le guste tomar notas y recordar datos curiosos, puede armarse con un subrayador. Entre esas llamadas, hay una en la que hace referencia al gato que le precedió, un tal Gato Murr alemán del siglo XIX que me apunto para mi interminable lista de cosas por leer.

Es un libro que veo apropiado para amantes de los gatos y/o de lo japonés,  para disfrutar en la tranquilidad de casa con un té matcha, una barrita de incienso quemándose, ya que se trata de prestar atención a las conversaciones entre personajes, y materialmente hablando, no es de lo más ligero (646 páginas).