lunes, 25 de noviembre de 2013

Finde toledano

Hoy, lunes festivo para mí porque se celebra el día del maestro, escribo para hablar del pasado fin de semana.

Hace ya un par de meses que compré por Groupon una estancia de fin de semana en Toledo, una ciudad a la que tenía muchas ganas de ir. Entre compromisos nuestros y disponibilidad del hotel, no habíamos podido ir antes y aunque ya para estas fechas esperaba frío, este fue el finde elegido.

Nuestro hotel era el Cigarral el Bosque, y lo pillé a un precio de 119€ (con un supuesto valor real de 340€). Noche de viernes y sábado con desayuno y detalle de bienvenida. El detalle era el que esperaba: la botella de champagne, pero no por esperado me hizo menos ilusión. De hecho, no entiendo de champagne pero ese me gustó bastante. La otra sorpresa, eran las vistas tan fantásticas a la ciudad, pues el hotel se halla fuera del casco histórico, en la ladera de una colina al otro lado del río.



Aunque estábamos cansados, por la noche fuimos a cenar al centro. El frío era más intenso de lo que esperaba así que duramos poco por la calle y no se me podía ocurrir tomar nada frío, como un gin tonic, porque eso me da aún más frío.

Ya por la mañana, corrimos las cortinas y una fabulosa vista de la ciudad envuelta en bruma nos dio los buenos días. A ese hecho hay que añadir el gustazo de que el desayuno nos lo traía gratis el servicio de habitaciones, de modo que con abrigo, pero desayunamos disfrutando de las vistas.





Una de las cosas que más me gustó de Toledo fue, como no, el puente. El sol era muy intenso y se hacía difícil encuadrar una foto, pero la imagen de la entrada a la ciudad era adorable.





Después estuvimos callejeando por la ciudad, disfrutando del ambiente e intentando buscar un rayo de sol que me calentara hasta que llegó la hora de comer. El sitio elegido fue Alqahira, un restaurante árabe en el que reservamos mesa, pues es un lugar pequeño. Pedimos falafel y unos rollitos rellenos de queso feta y verduritas que aparecían en la carta, y además ese día tenían una sopita vegetariana marroquí que nos vino fenomenal para entrar en calor y que tengo que intentar hacer algún día. Todo estaba absolutamente delicioso y el servicio fue de lo más auténtico. Eso sí, para ir sin prisa pues todo allí es muy meticuloso y ritual.







Por la tarde visitamos la casa-museo del Greco, ya que en ese horario es gratis, y poco más. Aunque era un atardecer de luz otoñal y el paisaje invitaba a caminar, hacía mucho frío. El plan era volver a la ciudad a cenar por la noche, sin embargo, en el hotel se estaba muy bien y en la calle hacía mucho frío. No nos atrevimos a salir y nos quedamos descansando en el hotel.





El domingo hicimos el check out tranquilamente y lo dedicamos a ir al museo del ejército en el Alcázar, que es gratis los domingos. Tiene cosas muy interesantes, aunque la verdad es que se me hizo un poco largo, en parte por todo el peso que llevaba encima entre la ropa invernal y el bolso. ¡Realmente necesito un plumas y una mariconera para viajar!

 



Después del museo, entré en una tienda muy cuca de chocolates, "Jacinta y María" para comprar algo a la familia. El tipo de la tienda era muy simpático y nos ofreció productos de la tienda a probar. Yo tomé unas nueces de Macadamia buenísimas, y me explicó que sólo hay tres tipos de nueces de Macadamia comestibles en el mundo, y crecen en Nueva Zelanda, Hawaii y Polinesia. ¡Qué afortunadas las nueces! Hicimos algunas compras allí y me obsequió con un marcapáginas con mi nombre y apellidos escritos en caligrafía medieval que hizo delante de nosotros. Estuvimos en otros comercios y la verdad es que en todos la gente era muy amable.


Esperábamos que se hicieran las dos de la tarde para ver la catedral, y lo cierto es que fue muy decepcionante, pues sólo abren al público una pequeña parte de un lateral, desde la cual, poquito se puede ver, aunque tenía muy buena pinta.



Comimos en un restaurante muy cerca, creo que se llamaba la Catedral, en el que tenían unas tapas muy intresantes. A continuación compramos un queso manchego y un vinito de Toledo para traerlo de recuerdo a casa. 

En definitiva, ha sido un fin de semana un poquito frío pero súper bonito, romántico y divertido, que probablemente, no habría existido si no fuese por las estupendas ofertas que proliferan por Internet!



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